La dra. Graciela Teruel comienza su libro con una breve introducción. En ella explica los objetivos de su libro y que son esenciales para comprender el trabajo que realiza desde el EQUIDE (Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad). Teruel investiga para entender cómo y porqué las personas salen y entran de la pobreza en México, ya que durante su estudio descubrió que hay una parte amplia de la población que experimenta movilidad social desde y hacia la pobreza. También nos explica qué es la pobreza multifuncional y la posibilidad de medirla con diferentes dimensiones. Además, relacionado con movilidad, identifica las características asociadas con la vulnerabilidad y los factores asociados a ella. Ya en su primer capítulo nos adentra en un state of the art sobre los estudios más relevantes acerca de la pobreza y de las definiciones que diferentes autores han empleado para estudiarla. En general, se tiene el consenso de que la pobreza es una condición, pero difieren en las características de la misma. Por ejemplo, algunos autores piensan que se trata de una condición en la que los recursos económicos son insuficientes para un nivel de consumo mínimo de bienestar, es decir, que se basa en los ingresos; o bien, es su irregularidad para satisfacer necesidades básicas y, de una forma más compleja, la pobreza es un síndrome asociado con infraconsumo, desnutrición, vivienda precaria, poca educación, mala salud y poca integración social. La aportación de Teruel a las definiciones sintetizadas, es la aclaración de que la pobreza es una condición multidimensional que no sólo se asocia con ingresos y consumo, si no también con la salud, la educación, la vivienda, alimentación y servicios. Entonces, si la condición / síndrome es complejo y multidimensional, la metodología para examinarlo no estará exenta de errores si se trata de una metodología segmentada. Por ejemplo, el cálculo más habitual se basa en las necesidades de consumo durante un periodo fijo y se actualiza con base en la inflación para establecer una línea de pobreza. Sin embargo, advierte, la línea de pobreza no refleja patrones actuales de consumo entre la población, por lo que debe actualizarse constantemente. Otra medición, la cual menciona con amplitud, es el índice FGT (Foster, Greer y Thorbecke), que tiene por debilidad la utilización de la línea de pobreza y, por lo tanto, el índice FGT podría sobre o subestimar la proporción de la población que vive en situación de pobreza. Menciona que otro elemento problemático es la canasta de consumo, cuyo cálculo es arbitrario: la conformación de diferentes canastas de consumo derivan en distintas líneas de pobreza, lo que podría arrojar resultados contradictorios si se estudia una población específica. Otro tipo de mediciones son las relativas y las subjetivas, que tienen por desventaja la heterogeneidad de las encuestas,las cuales incluyen variantes irrelevantes que desembocan en errores inesperados en la medición. Entonces, enfatiza Teruel, es importante medir la pobreza de forma multidimensional, y no únicamente por ingresos o consumo. Debido a esto, destaca el Método Oficial de Medición Multidimensional de la Pobreza en México, desarrollado por el CONEVAL entre 2006 y 2008 y que contempla el bienestar económico y los derechos sociales. Con esos dos parámetros, el CONEVAL define que una persona se encuentra en situación de pobreza cuando no tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social, y si sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades. Teruel destaca que las mediciones del CONEVAL establecen dos líneas de pobreza por ingresos: LBE (línea de bienestar económico) y LBM (línea de bienestar mínimo); luego, conjuga el bienestar económico con los derechos sociales mediante un Índice de Privación Social. Así mismo, Teruel introduce el factor del tiempo, puesto que le parece relevante hacer mediciones longitudinales para captar la dinámica de la pobreza. Entonces, si se considera una línea de bienestar, más derechos sociales y el tiempo, explica Teruel, surgen tres diferentes categorías de personas con diferentes grados de bienestar: pobreza crónica, pobreza transitoria y personas que nunca experimentaron condiciones de pobreza. Metodología En este capítulo define los conceptos operativos de pobreza crónica y pobreza transitoria. La primera se caracteriza por las variables identificadoras (vulnerabilidad por ingresos y carencias sociales) que se presentan y mantienen en una persona durante diferentes periodos observados. Luego, introduce y explica el método mixto (desarrollado por CONEVAL y ampliado por Teruel) que utilizará en su estudio. Tal método distingue las trayectorias de los individuos en diferentes estados de pobreza, y considera diversas variables de pobreza, vulnerabilidad por ingresos o carencias sociales y no pobreza. Con este método se logran identificar cinco dinámicas de la pobreza multidimensional: crónica, persistente, transitoria, vulnerabilidad persistente y no pobreza persistente. Posteriormente, Teruel presenta las fuentes de información que utilizó para realizar sus mediciones. Se trata de la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares (ENNViH), una encuesta longitudinal desarrollada por la Universidad Iberoamericana y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Durante diferentes periodos entre 2002 y 2012 se utilizó una muestra de 35 mil individuos pertenecientes a 8400 hogares en 150 localidades del país. Durante 10 años se hizo el seguimiento de los encuestados y la información recopilada incluye indicadores socioeconómicos y demográficos en tres niveles: individual, el de hogar y el de localidad. Como tal, la ENNViH ofrece ventajas sobre otros estudios por insertar más variables e indicadores que proporcionan información detallada. La compara con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) y resalta que la ENNViH considera el gasto de los hogares, rezagos educativo, acceso a servicios de salud, acceso a seguridad social, calidad de vivienda, acceso a servicios básicos y alimentación. Caracterización de la movilidad social desde y hacia la pobreza en México En este capítulo, Teruel comienza a dilucidar sus hallazgos: encontró que 7 de cada 10 mexicanos ha experimentado algún tipo de pobreza o carencia entre 2002 y 2012; 25% de la población mexicana vive en pobreza crónica, 50% entran y salen de la pobreza, ya sea como persistentes o transitorios, mientras que 18% son no pobres, aunque vulnerables. Sólo el 7% de la población es no pobre y no vulnerable. Halló que hay mucha gente, en igual proporción, que cae de la vulnerabilidad a la pobreza, y de la pobreza transita hacia condiciones mejores, pero vulnerables. Esto quiere decir que en México existe mucha movilidad social dentro de los límites de la pobreza multidimensional. Sugiere, además, que una gran cantidad de hogares es capaz de escapar de la pobreza, pero por otro lado, la sociedad carece de mecanismos para mantener a esa población fuera de la pobreza. Para encontrar qué factores diferencian una situación de otra considera cuatro cosas: a)las características individuales y las características de la jefatura del hogar (como edad, sexo, educación, estado civil), b) las características del ambiente familiar, la vivienda y la localidad; c) las situaciones de riesgos (relacionadas con la pérdida del empleo, fallecimientos, divorcios, enfermedades, consumo de sustancias nocivas, etcétera) y d) la ocupación de la jefatura del hogar. En el primer factor, características individuales, encontró que la pobreza afecta más a los niños, pues resulta que la población infantil tiene mayor porcentaje que vive en pobreza crónica. También existe disparidad de género, ya que si una mujer se encuentra a cargo del hogar, máxime si es soltera, es más vulnerable y pobre que, por ejemplo, un hombre. Aunado a la educación, encontró nexos entre la pobreza transitoria y persistente con la poca educación El segundo factor, el de la vivienda y ambiente familiar, está relacionado con la pobreza cuando la población no tiene acceso a la vivienda y recurre a la renta para tener un techo. Se asocia también con localidades que no tienen clínicas cercanas ni hospitales, con infraestructura escasa y de mala calidad (alumbrado, drenaje, agua, escuelas, transporte, parques), e intuye algo novedoso: la mayor parte de la población pobre vive en las ciudades y no en localidades rurales, como dicta el sentido común. En el tercer factor la carencia de seguridad social es relevante, pues los cambios en el hogar, cuando se es vulnerable, aumenta la probabilidad de caer en pobreza, esto es, cuando hay pérdida de empleo, fallecimientos o enfermedades, las personas no están preparadas para tales eventualidades fuera de su control. La ocupación o empleo de la jefatura del hogar, que es el cuarto factor, se vincula directamente con la pobreza, dice Teruel, ya que es un mecanismo para superar o exentar la pobreza. Se dió cuenta de que las personas que se dedican a la agricultura o a realizar artesanías, así como personas que se dedican a las labores administrativas (tanto en el ámbito privado o público) o la docencia, son el gran grueso de la población vulnerable o pobre. Además, el 70% de las personas ocupadas no cuentan con seguridad social. Al terminar el capítulo, resalta que hay una imperante necesidad de diseñar políticas públicas dirigidas a la población en condiciones de vulnerabilidad, cuestión que aborda en el capítulo siguiente. Determinantes de la pobreza Teruel afirma que los factores determinantes de la pobreza crónica, están relacionados con hablar una lengua indígena y con baja escolaridad; también si la jefatura del hogar se compone por un hombre de edad mayor. Culmina el libro con recomendaciones para subsanar la poca movilidad ascendente y el estancamiento de la pobreza en México, las cuales se resumen en los siguientes puntos: Se requiere de políticas públicas que resguarden el empleo y el ingreso de las familias en tiempos difíciles, por ejemplo, la pandemia de covid 19, desastres naturales, periodos de alta inflación o crisis económica. Atención primaria y estructural a pobres crónicos, es decir, que se mejore la infraestructura de viviendas, escuelas, hospitales, transporte en localidades de alta marginación. Recabar información de manera continua, objetiva, sistemática y comparable para entender mejor los factores que afectan a las dinámicas del bienestar.