La complejidad del uso de antidepresivos, los excelentes resultados obtenidos en el tratamiento de este trastorno y de otras patologías, la seguridad en casos de sobredosis de los nuevos antidepresivos, la gran cantidad de pacientes que padecen este trastorno y la frecuencia con que visitan a los médicos no psiquiatras, por quienes son diagnosticados y tratados con frecuencia equivocadamente, obligaron al autor a realizar la presente obra, con el fin de clarificar el uso de este extenso grupo de medicamentos y facilitar con conocimientos actualizados la prescripción de estos fármacos, que cada vez son más utilizados en todo el mundo. Por otro lado, algunos profesionistas que no están muy enterados de la farmacología repiten equívocos que se mencionan en los medios masivos de comunicación, como el hecho de que estas sustancias provocan farmacodependencia, tienen muchos efectos colaterales y no se puede vivir sin ellas, entre otros errores, lo cual desconcierta a la población necesitada de tratamientos verdaderamente útiles. Hay que tomar en cuenta que la depresión es una de las enfermedades que más incapacidad causan, a pesar de su aparente benignidad y del error de pensar que echándole ganas o encontrando problemas psicológicos ocultos se puede eliminar. También es cierto que se ha exagerado la capacidad antidepresiva de estos fármacos, ya que en muchos casos, por más que se administren, no se logra controlar el trastorno; sin embargo, por el momento constituyen el tratamiento más barato, seguro y con los mejores resultados, en especial cuando se trata de una depresión grave o psicótica. Según los diversos estudios, únicamente 10% de los pacientes que padecen depresión son tratados con procedimientos terapéuticos que han mostrado efectividad bajo un diseño científico apropiado; al resto (90%) se les aplican desde vitaminas y analgésicos hasta tratamientos mágicos y psicoterapias prolongadas e inútiles; no obstante, no hay que olvidar que las psicoterapias modernas, como la cognitivo–conductual e interpersonal, sí han demostrado capacidad terapéutica en este trastorno. Este libro pretende ser sólo una guía para que el clínico, con base en su propia experiencia, pueda seleccionar las sustancias y las dosis que considere más útiles, y no siga de manera dogmática los resultados transcritos. Aquí es necesario subrayar que una persona deprimida está teniendo una pérdida económica cada día que padece el trastorno, ya que no tiene la misma capacidad física ni mental para resolver los problemas; algunos dejan de trabajar durante periodos prolongados y otros pierden oportunidades laborales significativas, además de que se presenta deterioro familiar y de pareja, que a menudo resulta en graves conflictos, incluso en el divorcio, entre muchas otras alteraciones que se agregan a la condición del deprimido. Por lo tanto, la utilidad del tratamiento antidepresivo puede definirse por el beneficio que produce, más los peligros de no tratar la enfermedad, menos la suma de los efectos adversos o colaterales de la terapia, menos el gasto económico del tratamiento y los trastornos que se provoquen por no haberlo recibido.